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OEBALUS Studi sulla Campania nell'Antichità 6, 2011 ROMA OEBALUS Studi sulla Campania nell'Antichità 6, 2011 Pubblicazione annuale. Registrazione del Tribunale di Napoli, n. 68 del 22 settembre 2006. DIRETTORE RESPONSABILE Felice Senatore COMITATO DI REDAZIONE Maurizio Bugno - Domenico Camardo - Eduardo Federico Alessandro Pagliara - Mario Russo - Eliodoro Savino - Gianluca Soricelli COMITATO SCIENTIFICO Claude Albore Livadie - Rosalba Antonini - Dominique Briquel - Giuseppe Camodeca Renata Cantilena - Luca Cerchiai - Michael Crawford - Francesco De Angelis Natalie de Haan - Jens-Arne Dickmann - Massimo Poetto Henrik Mouritsen - Fabrizio Pesando - Felix Pirson - Paolo Poccetti - Carlo Rescigno Giovanna Rocca - Heikki Solin - Timo Sironen - Gianluca Tagliamonte OEBALUS - Associazione Culturale e Casa Editrice Via S. Costanzo, 8 - 80073 Capri (NA) Grafica e impaginazione: Felice Senatore © 2012 SCIENZE E LETTERE DAL 1919 S.r.l. UNIPERSONALE già Bardi Editore, Via Piave, 7 - 00187 Roma - Tel. 064817656 - Fax 0648912574. www.scienzeelettere.com - emai: info@scienzeelettere.com ISSN 1970-6421 ISBN 978-88-66870-10-4 INDICE RAIMON GRAELLS I FABREGAT, Tres cascos Italo-Calcídicos de la antigua p. 7 colección Marqués de Salamanca en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid GIANLUCA SORICELLI, Bolli oschi su tegola dall’area del lago del Matese 51 STEFANIA TUCCINARDI, Fregi dorici da monumenti funerari della Campania settentrionale: la documentazione alifana 69 GIUSEPPE CAMODECA, Porcii Catones e Tullii a Nola in una iscrizione 105 tardorepubblicana erroneamente ritenuta falsa (CIL X 181) HEIKKI SOLIN, Nuove iscrizioni di Capua III 119 ELIODORO SAVINO, Progetti di viaggio in Oriente di Nerone nel 64 d.C. 131 DOMENICO ESPOSITO, Su un possibile praedium imperiale a Stabiae 143 SERGIO CASCELLA, Due crateri di M. Perennius dagli scavi del Teatro Romano di 165 Sessa Aurunca ARMANDO CRISTILLI, Surrentum ductum amoenum. Sculture in marmo dalla 179 «c.d. Villa di Agrippa Postumo» a Sorrento EDUARDO FEDERICO, Pithekoussai-Capri e ritorno. Sull’itinerario scientifico di 215 Giorgio Buchner ANGELO RUSSI, Gli esordi scientifici e accademici di Giulio Beloch (dal 235 carteggio inedito Beloch-Bailey) Recensioni: J.-P. Brun, M. Gras (edd.), Avec Jean Bérard, 1908-1957. La 401 colonisation grecque, l’Italie sous le fascisme (ERMINIA AIMONE) - AA.VV., L’histoire comme impératif ou la «volonté de comprendre». Actes du colloque en hommage à Jean-Pierre Vernant et Pierre Vidal Nacquet (Naples, 24-27 novembre 2008) (CARMINE PISANO) - A. Pontrandolfo, A. Santoriello, Fratte. L’area a vocazione artigianale e produttiva (HELGA DI GIUSEPPE) Abstracts 423 Raimon Graells i Fabregat Tres cascos Italo-Calcídicos de la antigua colección Marqués de Salamanca en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid INTRODUCCIÓN El MAN-Madrid custodia tres cascos de bronce de tipo suritálico con carrilleras 1 decoradas en relieve . Estudiados por J. M. Blázquez en un pionero estudio que, lamentablemente, ha pasado prácticamente ignorado por la posterior investigaci2 3 ón (figg. 1-7). Corresponden a piezas de la antigua colección Salamanca . El trabajo que sigue tiene por intención divulgar estos tres cascos de bronce suritálicos, reflexionar sobre la producción de las paragnátides móviles decoradas con prótomos de carnero y situarlos en la producción del sur de Italia con otros tipos de casco similares. Asimismo, presentar una panorámica sobre la actividad del Marqués de Salamanca en el entorno Campano, particularmente en la chora de Paestum, a partir de la concentración allí del tipo de cascos que se analiza junto a otros elementos de la panoplia militar samnítica (lucana), presentes también en su colección. La figura del Marqués de Salamanca “coleccionista de arqueología” prerromana, particularmente campana, aporta importantes datos para el conocimiento de la colección del MAN-Madrid, contribuyendo a conocer el patrimonio (disperso) italiano. 1 Quiero expresar mi agradecimiento por las facilidades, comentarios y colaboración de la Dra. M. Barril (MAN-Madrid, Departamento de Protohistoria y Colonizaciones), la Sra. M. Moreno (MANMadrid, Departamento de Antigüedades Clásicas), la Sra. M. Sanz (MAN-Madrid, Archivo Fotográfico), el Prof. Dr. G. Tagliamonte (Università Lecce), la Sra. M. Mazzoli (RGZM), el Prof. Dr. M. Egg (RGZM), el Prof. Dr. M. Paoletti (Università degli Studi della Calabria), la Prof. Dra. A. Pontrandolfo (Università Salerno), a la Dra. M. Cipriani (Soprintendenza e Museo di Paestum). 2 Únicamente M. Martelli los consideró en un trabajo reciente en el que también lamentaba la poca atención con que la investigación ha considerado la colección de arqueología etrusco-itálica del MANMadrid (Martelli 2007, p. 351 y especialmente p. 366 y sig.). La colección presenta también un apartado con materiales romanos. Para estos materiales romanos, especialmente la escultura, v. Beltrán-Fortes 2006 y 2007. 3 La lista de materiales de la antigua colección Salamanca que aquí presento es voluntariamente incompleta pues he querido centrarla en los materiales protohistóricos, particularmente y los que pueden relacionarse con Paestum y la Campania, dejando de lado los abundantes materiales etruscos. Para ello el catálogo que se presenta se basa en materiales exclusivamente publicados. Para los materiales etruscos v. Martelli 2007. 8 RAIMON GRAELLS I FABREGAT EL MARQUÉS DE SALAMANCA COLECCIONISTA Y EL CONTEXTO PESTANO El controvertido Marqués de Salamanca, José “de Salamanca” y Mayol (18111883) ha sido objeto de diversos estudios monográficos que presentan una figura 4 extraordinaria que combinó con igual fortuna la política y la empresa. El final de ambos intereses fue una importante quiebra económica después de la cual el Marqués de Salamanca se vio forzado a negociar y vender su colección arqueológica, guardada en el Palacio de Vista Alegre5: En 1868, el director del recién creado Museo Arqueológico Nacional, D. José 6 Amador de los Ríos, empezó las negociaciones para evitar que se vendiera al 7 8 extranjero . Según los datos de archivo analizados por P. Martín-Nieto , la colección pasaría de 3.500 piezas y para tasarlas, antes de la adquisición, se creó una 9 comisión de especialistas que la valoró por 200.000 pesetas, que el Marqués de 10 Salamanca, no estando de acuerdo , replicó con una tasación realizada por 11 expertos externos . Esto supuso la interrupción de las negociaciones hasta el 1873. 12 Se elaboró otra tasación por parte de la nueva comisión creada por el Museo, que 13 negoció con el hijo del Marqués de Salamanca , de quien obtuvo la inclusión de los vasos cerámicos griegos y suritálicos así como otras piezas no incluidas en el primer catálogo. En 1874 se accedía, en reunión del Consejo de Ministros, a 14 15 comprar la colección por un importe de 250.000 pesetas , aunque comprendía tan 16 solo 1.300 piezas , ya que algunos lotes ya habían sido vendidos en el extranjero 17 (como había sucedido con su pinacoteca en 1867 ). 4 Por último y con bibliografía completa v. Beltrán-Fortes 2007, pp. 39-43. Barril 1993, p. 55, n. 74; Flores 2002, p. 54. 6 Referencia: MAN. Archivo Exp. 1873/29 27.IV.1868 (Martín-Nieto 1993). 7 Esta acertada actuación no tuvo continuidad con otras colecciones de similar importancia como la colección numismática de Vidal Quadras de Barcelona, exportada en 1900 a Amsterdam para su venta después de no fructificar las negociaciones con las autoridades de Barcelona y no existir aún la Junta d’Adquisicions, que se fundó por iniciativa de Raimon Casellas con un discurso en el que lamentaba la pérdida de dicha colección numismática (Velasco 2011). También podría lamentarse el caso de la colección R. Cervera (Mora 1997), entre otras. 8 Martín-Nieto 1993, p. 65. 9 Comisión formada por A. Cánovas del Castillo, J. Amador de los Ríos, P. Madrazo, A. Fernández Guerra, C. Rosell, A. Álvarez y V. Cardedera/Carderera. La inspección se realizó el 22 de mayo de 1868. Referencia: MAN. Archivo Exp. 1873/29 8.VI.1868. 10 Referencia: MAN. Archivo Exp. 1873/29 3.IX.1868 (Martín-Nieto 1993). 11 Referencia: MAN. Archivo Exp. 1873/29 11.IX.1868 (Martín-Nieto 1993). 12 Comisión formada por E. Castelar, M. Silvela, C. Segundo Montesinos, S. Madrazo, A. García Gutierrez, J. Hartzenbusch y J. Moreno-Nieto. Referencia: MAN. Archivo Exp. 1873/29 21.VI.1873. 13 Referencia: MAN. Archivo Exp. 1873/29 10.VI.1873 (Martín-Nieto 1993). 14 Referencia: MAN. Archivo Exp. 1873/29 4.VII.1873; MAN. Archivo Exp. 1873/29 29.V.1874 (Martín-Nieto 1993). 15 Cabrera 1993, p. 90; Martín-Nieto 1993, p. 66. 16 Castellano, Gimeno, Sytlow 1999, p. 61. 17 Beltrán-Fortes 2006, p. 282; Aspecto no considerado por A. Flores (2002, p. 54, n. 19). 5 TRES CASCOS ITALO-CALCÍDICOS DE LA ANTIGUA COLLECIÓN MARQUÉS DE SALAMANCA Fig. 1. Casco MAN-Madrid 1. Archivo fotográfico del MAN-Madrid Nr. 10285ID001. Fig. 3. Casco MAN-Madrid 2. Archivo fotográfico del MAN-Madrid Nr. 10286-ID001. 9 Fig. 1. Casco MAN-Madrid 1. Archivo fotográfico del MAN-Madrid Nr. 10285-ID002. Fig. 4. Casco MAN-Madrid 2. Archivo fotográfico del MAN-Madrid Nr. 10286-ID002. 10 RAIMON GRAELLS I FABREGAT Fig. 5. Casco MAN-Madrid 3. Archivo fotográfico del MAN-Madrid Nr. 10287-ID001. Fig. 6. Casco MAN-Madrid 3 (Blázquez 1957, Fig. 4A). Fig. 7. Casco MAN-Madrid 3. Archivo fotográfico del MAN-Madrid Nr. 10287-ID002. TRES CASCOS ITALO-CALCÍDICOS DE LA ANTIGUA COLLECIÓN MARQUÉS DE SALAMANCA 11 Pero si el desenlace es la adquisición de la colección por el MAN-Madrid 18 después de largas negociaciones , el inicio corresponde a un momento de bonanza y crecimiento económico en el que Italia juega un papel fundamental. Gracias a sus negocios privados pudo el Marqués adquirir en Italia la parte mayoritaria de la 19 20 colección y otras de procedencia griega . En cualquier caso, como ha propuesto J. 21 Beltrán-Fortes , es difícil conocer en detalle cómo se formó la colección y debemos aceptar, grosso modo, un origen mayoritariamente italiano. 22 La construcción de los ferrocarriles de los Estados Pontificios , con el proyecto 23 y construcción de las líneas Roma-Ancona-Civitavecchia y Roma-Nápoles , entre 1860 y 1869, abría para el Marqués de Salamanca, la oportunidad de realizar sus 24 propias excavaciones que le permitirían incrementar la colección gracias a su presencia en Italia, que facilitaría los contactos y las adquisiciones. Entre los distintos yacimientos excavados por el Marqués de Salamanca 25 podemos citar con seguridad Paestum , que posiblemente sea el origen de las piezas que ocuparán las páginas siguientes, Herculano, después de negociar con las 26 27 autoridades de Nápoles , y por último el santuario itálico de Calvi, en Campania . Estas excavaciones, que hoy lamentamos por lo que representan de pérdida de 18 El proceso de adquisición ha sido repetidas veces explicado, para una síntesis v. A. Flores (2002, pp. 53-54) y J. Beltrán-Fortes (2006, pp. 37-39). 19 Castellano, Gimeno, Sytlow, propusieron que fuera integralmente adquirida y formada en Italia (1999, p. 61), a pesar que el mismo Marqués de Salamanca defendía una parte de su colección como de origen ibérico (Flores 2002, pp. 54-55). 20 Barril 1993, p. 53. 21 Beltrán-Fortes 2006, p. 281. 22 Cabrera 1993, p. 88. 23 Flores 2002, p. 53; Beltrán-Fortes 2006, p. 283. 24 La construcción de ferrocarriles en el entorno pestano con la construcción línea Salerno-Reggio en el primer lustro de 1950, cuenta con múltiples hallazgos de tumbas en la necrópolis del Parco del Fuscillo (Sestieri 1957; Greco 1979, p. 14), la necrópolis de Torre S. Marco-Colle di S. Marco (Greco 1979, p. 14) y los de las inmediaciones de la muralla Este. (v. mapa de Paestum en Pontrandolfo, Rouveret 1993). 25 La presencia de materiales de Capua (Visone 2001), Nola (Olmos 1975, 1976; Villalpando 1986) o Cales (Blázquez 1961, 1963a, 1963b, 1963c, 1964, 1968-1969; Losada 1983; Cabrera 1993, p. 90; Flores 2002; Beltrán-Fortes 2006, p. 285, n. 18) no permiten proponer sistemáticamente su procedencia de excavaciones promovidas por el Marqués de Salamanca en dichos lugares, aunque no debe descartarse completamente. Argumentos a favor son las informaciones de que se dispone acerca de la promoción de excavaciones en Paestum -entre 1863 y 1864-, en Cales (Flores 2002, p. 52, n. 1) -en 1865- y posiblemente en otros sitios campanos, como indica la autorización del gobierno napolitano a realizar excavaciones con la contrapartida de reservar para el Museo Borbónico las estatuas griegas (Flores 2002, p. 52, n. 3). Argumentos que obligan a considerar la frecuente adquisición en el mercado anticuario es la idiosincrasia del Marqués de Salamanca, pues sus preferencias y gusto coleccionista le animaban hacia piezas enteras como lo demuestra el ánfora de Nola MAN N. Inv.11753 restaurada y repintada para su venta como un ánfora de barniz negro en lugar de presentarse como ánfora de figuras rojas fragmentada, del pintor de Aquiles, que R. Olmos estudió (Olmos 1976, p. 10). 26 Barril 1993, p. 54; Flores 2002, p. 52. 27 Cabrera 1993, p. 89; Flores 2002, p. 52, n. 1. 12 RAIMON GRAELLS I FABREGAT información, se enmarcan en un contexto en el que también actuaban, directa o indirectamente, la mayoría de museos y colecciones europeas, especialmente en segunda mitad del s. XIX. Las excavaciones campanas alimentaron el mercado anticuario que había aumentado ininterrumpidamente desde el s. XVIII. La formación de importantes colecciones como la de los hermanos Castellani, en Paestum, Capua y Nola, la colección de los hermanos Dutuit, en Capua, o la del Marqués de Salamanca, formada en excavaciones en Capua, Nola, Cales y Paestum, demuestran la riqueza de los contextos saqueados y fue la continuación 28 de la competición coleccionista entre aristócratas y distinguidos extranjeros , contemporanea con las excavaciones de Herculano, Pompeya y el redescubrimiento de Paestum circa 1750. Pero el mercado anticuario no competía, y no por falta de ganas, con esos grandes yacimientos. Se interesaba por los bienes muebles, muy abundantes gracias al incesante descubrimiento de nuevas ruinas y tumbas, particularmente en el entorno de Paestum. Así Poseidonia-Paestum, la ciudad de las tierras inundadas donde los rosales florecían dos veces, recuperaba el interés internacional y se convertía en campo instructor de dibujo y arquitectura pero también en fuente para proveer el mercado de antigüedades. Tal era la riqueza de sus tumbas, y eran tan numerosas, que sirvieron para reflexionar y evidenciar la prosperidad de aquella ciudad, como reflejan los versos 29 de N. Cianci : E ancor sculti sarcofaghi e romite // Tombe ivi sperdon della morte il negro // Oblio, mostrando con famose note // L’immortal luce, ch’ivi fulse un giorno // Dell’arti belle, onde la nostra vita // Lieta s’infiora, e quasi il ciel pregusta. LA COLECCIÓN DE ARQUELOGÍA PRERROMANA Y LAS EXCAVACIONES EN PAESTUM Realmente la colección Salamanca es difícil de cuantificar por los confusos datos de su formación. Una primera estimación cifra la colección en 3.500 piezas, 30 31 pero la compra es por circa 1.500 piezas , principalmente de época clásica . La 28 Williams 1992; Guzzo 1996, p. 107; Jenkins, Sloan 1996; Burns 1997; Lyons 1997. Cianci 1857, p. 7. 30 De la Rada 1883, p. XXVI; Flores 2002 es la única que no ofrece una estimación del número total de objetos. 31 Cabrera 1993, p. 90. 29 TRES CASCOS ITALO-CALCÍDICOS DE LA ANTIGUA COLLECIÓN MARQUÉS DE SALAMANCA 13 32 suma final de objetos parece que es muy superior . La colección se divide como 33 sigue : 34 35 36 37 38 entre 900 y 950 vasos cerámicos griegos , suritálicos y etruscos ; 39 un importante lote de terracotas procedentes del santuario itálico de Calvi ; 40 322 terracotas de tipo y cronología diversa ; 41 42 43 un lote de bronces itálicos formado por espejos , vajilla metálica , figuras , · · · · 32 Sobre los errores en las atribuciones de piezas a la colección Salamanca, M. Martelli ha intentado recopilar algunos, especialmente útiles y frecuentes en relación a la cerámica v. Martelli 2007, p. 379, n. 140 y 144. 33 Para una aproximación a los materiales itálicos de la colección del MAN-Madrid v. Martelli 2007, trabajo que presta especial atención a los bronces y algunas producciones cerámicas y al que deben añadirse la rica colección cerámica de figuras rojas y fábrica suritálica así como las terracotas, especialmente aquellas de producción campana. 34 Cabrera 1993, p. 90. 35 Beltrán-Fortes 2006, p. 284, n. 17. 36 Olmos 1975, 1976, p. 10 y 19; Villalpando 1986. 37 Además de las repetidas citas a la crátera con la representación de la locura de Hérakles, del pintor Aestas, destaca el número de platos de pescado (MacPhee, Trendall 1987, pp. 103 y ss.). En relación a este tipo de vasos, O. Gerhard, si bien en un momento muy inicial de la investigación sobre los vasos griegos, no los consideró de tipo “nolano” (que correspondería a la cerámica ática) a partir de los siguientes argumentos que los diferenciaban (Gerhard 1829a, p. 163): il color pallido delle loro figure, ed i vari colori in essi adoperati si discostano affatto dall’uso nolano. Argumentos que posteriormente (Gerhard 1829a, p. 166) permitirían afirmar que se trataría de vasos de fábrica indígena, genéricamente considerados de tipo “pugliesi”. 38 Blázquez 1960b, Números 1, 2, 5, 6, 8, 9, 13, 18-24, 26-29, 31; Martelli 2007, p. 372, n. 110. 39 157 según P. Cabrera (1993, p. 90) o 3500 según J. Beltrán-Fortes (2006, p. 285, n. 18). Más detalles en Blázquez 1961, 1963a, 1963b, 1963c, 1964, 1968-1969; Losada 1983. 40 Cabrera 1993, p. 90-91; Entre ellos se cuentan 55 apliques de terracota de producción tardoarcaica capuana y otros de posible procedencia campana (Visone 2001). Particularmente interesante a este capítulo es la descripción de la colección de terracotas realizada por A. Laumonier (1921, p. 125127, n. 1) en la que considera difícil identificar la procedencia de las piezas más allá de las procedentes del Santuario de Calvi, para la otras, se intuye una procedencia capuana aunque el autor no descartaba centros como Paestum y Taranto, que sin duda representaban dos polos de atracción recurrentes para comercializar las antigüedades. 41 Como mínimo un espejo etrusco (Blázquez 1960c) que otras opiniones amplían a 3 (Cabrera 1993, p. 91) o ninguno (Martelli 2007), pero sobre la colección de espejos etruscos del MAN hay una importante discusión en la que se han identificado cinco como de la antigua colección de la Real Biblioteca (Martelli 2007, p. 355) o sólo tres de aquella (Blázquez 1960c) con otras dos aportaciones de la colección Asensi y Salamanca. 42 Conjunto formado por (como mínimo): cuatro kyathoi con el mango horizontal (Graells 2007, p. 98, fig. 2 y 4); una Schnabelkanne con cuerpo bicónico (Blázquez 1962, Nr. 1, 301-303, tav. LXVI, fig. 1; Martelli 2007, p. 369, n. 96); dos asas de enócoe con apliques inferiores decorados con sirenas tetraaladas (Blázquez 1962, pp. 304-306, Nr. III-IV, tav. LXVI, fig. 3-4; Martelli 2007, p. 370, n. 99, tav. III b y V b); un olpe de bronce etrusco (Blázquez 1960a, p. 201, Nr. 4, fig. 3.2); un enócoe con asa rematada en cabeza de Sileno (Blázquez 1960a, p. 201, Nr. 7, fig. 3.4); un olpe globular (Blázquez 1960a, p. 201, Nr. 8, Fig. 3.3); una taza gallonada romana (Blázquez 1960a, p. 205, Nr. 11, fig. 4.7); una copa con pie circular romana (Blázquez 1960a, p. 205-206, Nr. 13, fig. 3.8), dos vasos troncocónicos posiblemente romanos (Blázquez 1960a, p. 207, N. 14, fig. 3.12); un simpulum (Blázquez 1961-1962, p. 197, Nr. 1, Fig. 1.1). 43 Figura de oferente relativa a un candelabro (Martelli 2007, p. 368, n. 88) y hasta 400 bronces figurados (Beltrán-Fortes 2006, p. 285), no descritos. 14 RAIMON GRAELLS I FABREGAT Fig. 8. Panoplia de tipo samnita de la colección Marqués de Salamanca en el catálogo del MAN-Madrid (Thouvenot 1927). Fig. 9. Reconstrucción de una coraza trilobulada procedente de la antigua colección Marqués de Salamanca. Archivo fotográfico del MAN-Madrid Nr.: a.- 10320-ID001; b.- 10322-ID001; c.- 10323ID001; d.- 10326-ID001; e.- 10327-ID001. 44 elementos de ornamentación personal y de vestuario , panoplias militares y armas 45 (figg. 8, 9 y 10) . 46 la colección numismática ; 47 el conjunto de esculturas (34 sin procedencia y diversas más procedentes de 48 49 Paestum y Cales ); 50 además, dos mosaicos romanos, uno procedente de Aranjuez (Madrid) . · · · 44 Una serie de anillos octogonales que para Blázquez serían seis (Blázquez 1959) y para Martelli serían ocho (Martelli 2007, p. 387, n. 181); doce fíbulas con arco serpenteggiante con apófisis de tipo campano (Thouvenot 1927, p. 128; Martelli 2007, p. 386); una fíbula con tres prótomos ornitomorfos de tipo campano o de la Etruria meridional (Thouvenot 1927, p. 128, Nr. 654; Martelli 2007, p. 387, tav. IIIo); una serie de colgantes picenos del tipo a batacchio (Martelli 2007, p. 389, n. 189, tav. IIIi) y dieciséis de tipo enócoe (Martelli 2007, p. 390, n. 196, tav. IIIf). 45 Formado por un mínimo de dos corazas trilobuladas de bronce (Thouvenot 1927, pp. 110-112); un mínimo de tres cinturones samníticos (Thouvenot 1927, pp. 110-112; Martelli 2007, pp. 383-385); un freno de bronce de producción veiente (Martelli 2007, p. 382); veinte cilindros de bronce llamados mazas (Martelli 2007, p. 391, n. 200, tav. IIIp); hasta once anillos geminados con cúspide, de tipo norditálico (Martelli 2007, p. 392, n. 203, tav. IIIl); y los tres cascos que centran la atención del presente estudio (Blázquez 1957). 46 Beltrán-Fortes 2006, n. 19. 47 Beltrán-Fortes 2006, pp. 285 y ss., n. 20-21. 48 García y Bellido 1946; Beltrán-Fortes 2007. 49 Flores 2002 en relación a la figura de Baco del MAN-Madrid. 50 Beltrán-Fortes 2006, n. 20, 2007; Blázquez 1979, p. 32, Nr. 13, láms. 15 y 40; MAN, N. Inv. 3612. TRES CASCOS ITALO-CALCÍDICOS DE LA ANTIGUA COLLECIÓN MARQUÉS DE SALAMANCA 15 51 A partir de 1860 , probablemente 52 entre 1863 y 1864 , el Marqués de Salamanca realizó excavaciones en la 53 necrópolis de Licinella (fig. 11) , al suroeste de Paestum54, dejando grabado el año y las iniciales de su nombre (M.S.)55. Si bien esta será la evidencia “arqueológica” de sus excavaciones, la documentación escrita publicada es parca. Únicamente conocemos una cita Fig. 10. Fragmentos de coraza trilobulada con restos coetánea de sus excavaciones en de tejido adherido. Archivo fotográfico del MANMadrid Nr.: a.- 10322-ID002; b.- 10323-ID002; c.Paestum, pues de esa excavación 10324-ID002; d.- 10326-ID002. proviene la crátera del MAN firmada por el Pintor Aestas representando la locura de Hérakles (fig. 12)56. La singularidad del vaso llamó la atención de W. Helbig que visitó las excavaciones Salamanca en Paestum y describió las características de una tumba con pinturas (3,94 m de largo por 1,80 de altura)57 al tiempo que relataba otras excavaciones del Sig. Salamanca 58 en la zona pestana . Lamentablemente esta escueta noticia es la única referencia directa a la actividad “arqueológica” del Marqués de Salamanca en la zona. 51 Raspi-Serra 1986, p. 54; Raspi-Serra, Simoncini 1986, p. 134. Aunque A. Pontrandolfo extiende el período de actividad: primero, entre 1864 y 1869 (Pontrandolfo 1979, p. 30), posteriormente, desde 1860 (Pontrandolfo 1996, pp. 19-20). 53 Trendall 1936, p. 4; Napoli 1970, p. 59; Raspi-Serra 1986, p. 54; Cabrera 1993, p. 88; Pontrandolfo, Rouveret 1993, p. 14. 54 Sobre las excavaciones en la necrópolis Licinella de Paestum y su análisis: Napoli 1967, 1970, p. 59; Greco 1979, p. 13; Pontrandolfo 1979, p. 30, 1988, especialmente pp. 227-229, 248, n. 49; Pontrandolfo, Rouveret 1992, pp. 14, 239-241, 371; Pontrandolfo, Rouveret, Cipriani 1998, p. 14. 55 Napoli 1970, p. 59; Greco 1979, p. 13; Cabrera 1993, p. 89; Pontrandolfo, Rouveret 1993, p. 14, n. 17; Pontrandolfo, Rouveret, Cipriani 1998, p. 14. Cabe destacar que la práctica de firmar las iniciales y el año sobre las losas de cierre de las tumbas pestanas se ha documentado en otros casos distintos del Marqués de Salamanca. M. Napoli recordaba la firma “M.D.” y el año “1883” como frecuente en varias tumbas saqueadas de la necrópolis Licinella (Napoli 1967, p. 227). Posiblemente las citas que hacen referencia a unas inscripciones “M.S.” se deban a una confusión surgida de la necesidad de relacionar las excavaciones Salamanca con alguna de sus necrópolis. Aprovecho aquí para agradecer la amabilidad de la Dra. M. Cipriani a nuestra consulta de febrero de 2011 para localizar fotografías y otra documentación del legado M. Napoli acerca de estas inscripciones, que no dio resultado al no conservarse documentación alguna. 56 Con dudas acerca de cuándo fue recuperada, si en 1864 (Cabrera 1993, p. 88) o quizás en 1863 (Casado 2006, pp. 100-101). 57 Due tombe intonacate nella parte interna ed una decorata in tutti e quattro i lati da figure di guerrieri in atto di combattere (Helbig 1865, p. 93); Según el texto de Helbig, no queda claro si esa tumba tiene relación o no con la crátera en cuestión pues no cita de qué necrópolis era, pero puede sobreentenderse su relación (Pontrandolfo 1996, p. 20) a pesar que en opinión de E. Greco (1979, p. 13) correspondería a otra tumba, que el autor sitúa incluso en la necrópolis Andriolo (véase también Andriuolo). 58 Helbig 1865, p. 95. 52 16 RAIMON GRAELLS I FABREGAT Fig. 11. Mapa Paestum con indicación de la necrópolis de la Licinella (Pontrandolfo-Rouveret 1992). TRES CASCOS ITALO-CALCÍDICOS DE LA ANTIGUA COLLECIÓN MARQUÉS DE SALAMANCA 17 Fig. 12. Crátera con la representación de la locura de Hérakles, pintada por Aestas (Madrid 1975). EL CONTEXTO DE LAS EXCAVACIONES DEL MARQUÉS DE SALAMANCA: LAS NECRÓPOLIS PESTANAS DURANTE EL S. XIX 59 Las necrópolis pestanas proveerían materiales de todo el arco cronológico ocupado por las ciudades griega, itálica y romana, con una importante y admirada 60 presencia de elementos de panoplia lucana . La repetida mención a las tumbas de 1805 y pese a no ser este el único yacimiento que ha ofrecido conjuntos de panoplia metálica en sus tumbas, al ser el único en que intervino directamente el Marqués de Salamanca, hace que sean muchas las probabilidades de que los cascos que seguidamente analizamos, procedan de Paestum. Para contextualizar la actividad “arqueológica” del Marqués de Salamanca creo importante señalar que en 1860 el Real Museo Borbónico de Nápoles se convirtió en Museo Archeologico Nazionale di Napoli, como consecuencia del cambio político en el antiguo Reino de Nápoles y las Dos Sicilias, precedente de la unificación de Italia (1861). Desde entonces sus fondos se han visto incrementados por adquisiciones y donaciones, destacando las 42000 piezas de la antigua 59 Actualmente en curso la publicación monográfica de todas ellas en la editoril l’Erma di Bretschneider (Roma), con edición prevista en 2012. 60 Coleccionar armas ha sido una práctica que ha llamado la atención desde épocas antiguas. Suetonio (Div. Aug., 72) recordaba la colección de “armaduras de héroes” de Augusto, depositada en su villa de Capri (Guzzo 1996, n. 2). 18 RAIMON GRAELLS I FABREGAT colección N. Santangelo (ministro del Interior del virreinato), que permitieron al 61 nuevo conservador del museo, Sig. Giuseppe Fiorelli , exhibir las colecciones organizadas según criterios tipológicos, como consecuencia de la evolución de la investigación arqueológica. Esta nueva exposición implicará, a lo largo del período entre 1863 y 1875, que la Accademia di Belle Arti se desplace a una nueva sede y que el Museo Archeologico Nazionale se expandiera y ocupara la totalidad del edificio organizándose en diez secciones: plástica (estatuas y relieves); pinturas; epigrafía; vasos; objetos preciosos; numismática; terracotas; “raccolta cumana”; cuadros, colección medieval y moderna; y papiros. Esta actividad del MAN-Napoli evidenciaba una importante y creciente preocupación por el estudio y la exhibición pública de las antigüedades campanas. Contradictoriamente, simultáneamente la Campania era un foco de explotación coleccionista, herencia del Grand Tour, que había llevado hasta allí a las principales personalidades de la cultura europea del siglo XVIII y primera mitad del XIX. No es necesario recordar que en este circuito, Paestum se convirtió en una atracción 62 particular e ineludible que continuaría a lo largo del siglo XIX, especialmente para los “pensionados” en Roma y para los viajeros en Nápoles. Estas visitas serían progresivamente más cómodas y rápidas gracias a dos hechos fundamentales: la construcción del ferrocarril, que reducía el tiempo de la citada excursión, y la eliminación de los bandidos, que habían convertido la ruta entre Nápoles y Paestum 63 en una zona insegura . Relacionar las personalidades que se desplazaron hasta Paestum es una tarea harto difícil por el enorme volumen y dispersión de noticias, dibujos, notas y 64 textos . Un intento loable fue la exposición Malerei für die Ewigkeit. Die Gräber von Paestum (Hamburg, 2007), en la que el largo y detallado estudio valoraba muy 65 especialmente la actividad del siglo XVIII y del Grand Tour , pero abandonaba el s. XIX. El catálogo general de noticias y datos relativos al siglo XIX sigue siendo el 66 fundamental trabajo de E. Greco , al que aquí añadiré algunos datos más sobre hallazgos y excavaciones en las necrópolis que podrán ser útiles en ulteriores trabajos sobre el tema. 61 Esta obra siguió y se completó con la labor de Paolo Orsi. Schepkowski 2007. 63 De estos bandidos tenemos noticia especialmente gracias a los libros de viajes de finales del siglo XVIII y XIX que permiten conocer no sólo algunos de sus nombres sino, incluso, otros detalles que fascinaban a los viajeros de la época llegando a inmortalizarlos en sus textos. Posiblemente Fra Diavolo (Michelle Pezza), por un lado, y el Bizarro, por otro, serían los más destacados al ser A. Dumas y D. F. Auber, con una ópera (1830), y W. Scott, con un poema (1839), quienes los recordaron. 64 También comentado por Griffiths 1990, p. 17. 65 Schepkowski 2007; Guzzo 2009. 66 Greco 1979. 62 TRES CASCOS ITALO-CALCÍDICOS DE LA ANTIGUA COLLECIÓN MARQUÉS DE SALAMANCA 19 La actividad arqueológica pestana a lo largo del siglo XIX sufre, como la mayoría de la arqueología campana, una relación curiosa entre la investigación y la excavación con fines lucrativos. Si nos centramos en las excavaciones de las necrópolis, pues es allí de donde suponemos la procedencia de los cascos que motivan el presente estudio, la publicación de resultados aparece ya desde un 67 momento muy precoz : Las tumbas de Paestum se conocían ya a inicios del siglo XIX por todos los 68 alrededores de la ciudad . De ello da una sumaria descripción G. Bamonte quien proponiendo Ager Somni como necrópolis sugería que la necrópolis de Porta Aurea 69 fuere el verdadero Ager somni de la ciudad . El número de tumbas excavadas en la necrópolis de Porta Aurea es impreciso en la relación de Bamonte, aunque la 70 caracterización del ritual y de los patrones de depósito del ajuar está cuidado . Si restringimos la investigación al siglo XIX, la primera tumba de la que se tiene 71 72 noticia fue excavada en 1804 , en el interior del templo de Ceres . En sus 67 Publicaciones de siglo XVIII hacen referencia principalmente a la historia de la ciudad y a sus templos, tema que va a ocupar preferentemente las publicaciones sobre la colonia griega. Para una discusión y bibliografía v. Schepkowski 2007. 68 La actividad “extractiva” en Paestum era, en esos inicios de siglo XIX, importante y prueba de ello es el relato de la excavación del 6 de febrero de 1811 por parte de Bamonte, quien viendo los escasos resultados obtenidos en los sepulcros excavados los dos días anteriores en la necrópolis de Terra del Tesoro, apostó por volver a la necrópolis de Porta Aurea, donde los sepulcros eran importantes tanto por las pinturas como por los vasos. La suerte quiso que, después de confirmar su idea de que allí encontraría un sepulcro importante, ese estuviera ya saqueado y relleno de piedras (Bamonte 1819, p. 80). Aún así, al lado de dicho sepulcro se documentó una inhumación con plato cerámico. Posteriormente, el 4 de mayo de 1819, Bamonte observaba en la necrópolis conocida como Spinazzo, numerosas tumbas ya vaciadas que por sus decoraciones pintadas indujeron a G. Bamonte a consideralas tumbas de “nobles”. 69 Bamonte 1819, p. 73. 70 Bamonte 1819, p. 73. 71 Hallazgos del s. XVIII son obviamente conocidos, pero lamentablemente resultan escasas las descripciones detalladas de tumbas, siendo difícil establecer procedencias más allá de aproximaciones a áreas de necrópolis. Un ejemplo puede ser lo que comenta el Abbé Lagardette (1799, p. 19) cuando se acerca a Paestum: En venant à Paestum par le chemin de la Scafa, à un kilomètre avant d’entrer dans l’enceinte de la Ville, on voit à gauche le marais Fiumarillo, et à droite quelques troncs de pins et de chênes verds, dont plusieurs portent encore des restes de leur antique branchage. C’est là qu’étoit, diton, le bois sépulcral, où probablement ont été trouvées les Urnes dessinées et décrites par Paoli, et que l’on voit encore dans l’Eglise de Salerne. 72 La noticia la ofrece Ch. J. Van den Nest (1850, p. 253): La cella, située au milieu de la partie intérieure, est presque entièrement détruite; on en découvre à peine quelques restes. Dans le fond il existe une niche eintrée qui, sans doute, contenait une statue de Cérès…En 1804, le surintendant des antiquités du royaume, faisait travailler au déblaiment de ce temple lorsque le retentissement d’une pierre, lui fit jugar que la cella couvrait quelque cavité; il la fit lever, et il découvrit un sépulcre où gisait un squelette humain, entouré d’une grande quantité de vases de terre, sans figures, et qui, par leur forme, remontaient à une haute antiquité. On prétend que le personnage, inhumé dans ce lieu, était de la plus grande distinction, car Plutarque, dans la vie de Thémistocle, d’accord avec les écrivains les plus renommés des temps antiques, atteste que la loi, qui défendait d’inhumer dans les villes, n’était transgressé qu’en faveur des hommes illustres. 20 RAIMON GRAELLS I FABREGAT Fig. 13. Excavaciones de las tumbas de 1805 en Porta Aurea - Paestum (Pontrandolfo, Rouveret, Cipriani 1998, fig. 1b). 73 alrededores se habían señalado algunos hallazgos de tumbas . También Bamonte se hacía eco del descubrimiento de un sepulcro en el interior del «tempio minore» al considerarlo uno de los descubrimientos que motivarían la excavación de las dos 74 tumbas del 24 de abril de 1805 de la necrópolis de Porta Aurea . Un año más tarde se excavaron las célebres dos tumbas de la necrópolis Porta Aurea, conocidas, como “tumbas de 1805”, publicadas poco después con un 75 magnífico grabado del momento de la excavación , seguido por las láminas de los materiales y un mapa con la indicación de los distintos hallazgos en la ciudad y necrópolis (fig. 13). Las dos tumbas descubiertas el 24 de abril de 1805 presentaban un elevado número de vasos, pero destacaba particularmente la primera por presentar sobre el pecho «una ciappa parimente di metallo, ed una sciabla di ferro» 73 N. Cianci (1857, p. 38) indicaba: Del pórtico alla destra, ed alla manca // Molti sublimi avelli accolgon l’ossa // De’patrizi pestani, a cui sul capo // Stanno vasi simbolici, e monete. 74 Bamonte 1819, p. 74. 75 Sobre la tumba v. Paolini 1812; Longo, Cipriani 1996; Pontrandolfo 1996, p. 16; Pontrandolfo, Rouveret, Cipriani 1998, p. 13, fig. 8-12. Posiblemente en relación a esta misma tumba pueda identificarse el relato de Ph. Petit-Radel (1815 vol. III, pp. 260-261): On a trouvé, en fouillant le sol de Pesto, des restes d’anciens tombeaux; quelques fouilles ont été suivies des plus hereux succès: elles ont fait découvrir, il y a peu de temps, l’armure complète en bronze d’un guerrier, quelques médailles assez rares et curieuses sous ce rapport, ainsi TRES CASCOS ITALO-CALCÍDICOS DE LA ANTIGUA COLLECIÓN MARQUÉS DE SALAMANCA 21 que permitirían proponer que «le armi però mostrano il cadavere essere di un 76 guerriero, o di un Popa» . que des vases étrusques; ce qui pourrait faire croire que ces peuples, s’ils ne sont point les fondateurs de Pesto, furent du moins les alliés de ses premiers habitants. Y quizás también la descripción de M. Starke (1828, p. 438), aunque imprecisa: On the outside of the northern Gate are several vestiges of Tombs, some of wich appear to have been lined with painted stucco. Grecian armour, and vases of rare beauty, exhibiting Greek inscriptions, were found in many of them. En relación a las tumbas de 1805, la memoria se prolongaría también en la obra científica de O. Gerhard (1829, p. 191) quien diría: …sopra ogni altra sepolcrale scoperta, che negli scorsi anni fosse a Pesto accaduta. Tra le quali s’intendono comprese ancor quelle, che in tempo del governo francese si fecero sotto la condotta dell’architetto sig. Antonio Bonucci e coll’assistenza del cav. Nicolas; e sono le medesime che fornirono all’egregio Lanzi soggetto d’illustrazione… La memoria de estas tumbas seguiría hasta el 1846 cuando J. E. Chevalley de Rivaz (1846, p. 58-59) cita distintos hallazgos en necrópolis pestanas y vuelve sobre dichas tumbas: Au sortir de la porte septentrionale, se voyent des débris de tombeaux. C’est dans ce lieu qu’ont été trouvés, en 1805, par le respectable chevalier Nicolas, auquel on doit le bon état actuel des ruines de cette cité, plusieurs armures entières grecques, ainsi que divers vases peints d’une grande beauté, parmi lesquels on admire ceux représentant Hercule enlevant la ponme d’or du jardín des Hespérides, malgré la vigilance du dragon; Achille qui reçoit les hérauts d’Agamennon; Oreste et Électre à la tombe de ce dernier guerrier, etc. Dans d’autres tombes découvertes, en 1829, dans le même endroit, on a recueilli encoré d’autres vases peints, dont l’un représente Vénus dans le bain assistée par les Grâces. Ces chambres sepulcrales couvertes à angle aigu, présentaient en outre la particularité d’être peintes sur leurs côtés intérieurs. Dans l’une, on voyait un combat entre deux guerriers, et un troisième personnage qui semblait y mettre fin; dans une autre, on remarquait une jeune fille qui offrait à boire à un guerrier à cheval. Enfin, hors de la porte orientale, on a encoré trouvé, en 1825, sept autres tombes contenant quarante vases de différentes formes, avec des figures rouges sur un fond noir, et vice-versâ. Une peinture se voyait à l’intérieur d’un de ces sépulcres, et répresentait diverses figures réunies dans un char, précédant un guerrier un à cheval, qui portait en croupe un jeune homme blessé; scène qui indique, selon le savant Bonnucci, auquel je dois ces reseignements, le résultat d’un jeu public plutôt que l’épisode d’une bataille. Sobre una representación similar, aunque procedente de la necrópolis Spinazzo, al sur de la ciudad, y descubierta por G. Bamonte en 1819 v. Pontrandolfo, Rouveret 1992, p. 14, fig. 1-2. En cualquier caso, no es esa la primera publicación de materiales procedentes de tumbas pestanas. Poco antes de la publicación de dichas tumbas de 1805, se habían publicado dos vasos cerámicos (lekythos MAN-Napoli N. Inv. 2873 y ánfora MAN-Napoli N. Inv. 1779), recuperados en contexto funerario que no fueron contextualizados en su primera publicación (Lanzi 1809). Según propuesta de Trendall (1936, pp. 20-21), procederían del entorno de la puerta Aurea (norte). Otros trabajos mezclaron distintas informaciones referentes a las citadas tumbas de 1805, los vasos publicados por Nicolas y Lanzi y otras necrópolis de Paestum. El elemento que permite observar esta confusión es el lekythos del Pintor Aestas con Hércules en el Jardín de las Hespérides, fácilmente reconocible (Lanzi 1809, Tav. III; Trendall 1936, pp. 20-23, Nr. 52, Pl. IV; Pontrandolfo, Rouveret, Cipriani 1998, Fig. 1314), informaciones que permiten ampliar el panorama de hallazgos de tumbas con armados desde la puerta norte a la Oeste. Así, M. Vasi (1820, pp. 330-331) describía: Outside the western gate are seen the remains of several tombs covered with very hard plaster, and ornamented with paintings. A great quantity of armour, of Grecian workmanship, was also discovered in this place, as well as some vases of singular beauty, one of wich was embellished by ten figures with Grecian inscriptions. In the centre of the armour Hercules is represented seizing the golden Apple in the garden of the Hesperides, in spite of the vigilance of the dragon. This work, of wich the celebrated Abbé Lanzi has given a very scientific explanation, is now preserved in the Royal Academy at Naples. La ausencia de contexto es la principal crítica a las importantes colecciones de vasos cerámicos publicados en la segunda mitad del siglo XVIII y que poco aportan en cuanto a procedencia y contextos. Especialmente v. Jenkins, Sloan 1996; Burn 1997; Lyons 1997; Pontrandolfo, Rouveret, Cipriani 1998, pp. 13-18. 76 Bamonte 1819, p. 75. 22 RAIMON GRAELLS I FABREGAT El día 27 de abril de 1805 fue descubierta otra sepultura digna de relato según 77 Bamonte , pues tantas otras sepulturas sencillas de inhumación sin restos muebles habían sido consideradas de manera general sin entrar ni en su detalle ni número, más allá de la caracterización del rito que presentaría un vaso en las proximidades del cráneo y, en otros casos, la cobertura del cráneo mediante una tegula. La tumba del 27 de abril, decíamos, presentaba como particularidad un casco de bronce, grebas, brazaletes, puntas de flecha así como una “sciabla” y una 78, “lunga bajoneta” la sepultura presentaba una decoración pintada con escena de duelo. Posteriormente a estos hallazgos se sucedieron, rápidamente y la mayor parte de las veces como simples noticias, la publicación de otras tumbas procedentes de la 79 80 misma necrópolis de Porta Aurea y de otras, como la Spinazzo , la de Porta della 81 82 83 Giustizia , la de Porta della Sirena , la de Terra del Tesoro o la de la vía que se 77 Bamonte 1819, p. 75. 78 Bamonte 1819, p. 76. En fecha imprecisa, poco posterior al descubrimiento de la tumba del 27 de abril de 1805 en Porta Aurea, Bamonte cita el hallazgo de otra tumba más digna de elogio que la anterior (Bamonte 1819, pp. 76-77) por la decoración pintada, con escena de despedida del guerrero, además de presentar un ajuar rico en vasos, como los anteriores, y un anillo de oro en la mano izquierda, que motivó que se interpretara como una tumba femenina (Bamonte 1819, p. 77). Cerca de estos sepulcros, próximos entre sí, se documentó en fechas próximas una tumba con la presencia de huesos humanos sin ajuar y al lado, inmediatamente, una fosa con cráneos de perros que se interpretaron por el Bamonte como la tumba de un “cazador” y una fosa con “sus perros” (Bamonte 1819, p. 79), relacionando dicha propuesta con la iconografía de los numisma pestanos. Sabemos que las excavaciones, como podía preverse, siguieron de manera irregular e intermitente inmediatamente después de finalizar las excavaciones oficiales de 1805, así en marzo de 1807 y por sólo tres días, Bamonte y otros excavaron en las inmediaciones de los sepulcros anteriormente citados (Bamonte 1819, p. 79), documentando únicamente inhumaciones sencillas. Posteriormente, en julio de 1808, el mismo Bamonte excavó en media jornada un sepulcro de caja, con presencia de vasos fragmentados y dos monedas de plata con “gladiatore, e nel rovescio un toro” (Bamonte 1819, p. 79). El día 9 de febrero de 1811, se volvería a la necrópolis de Porta Aurea, con el descubrimiento de otra gran tumba, aunque con sólo dos vasos (Bamonte 1819, p. 81). Entre el 14 y el 16 de abril de 1814 se volvía a la necrópolis de Porta Aurea, donde a 50 pasos de la misma se documentaría una lápida romana inscrita, debajo de la que se documentó un sepulcro y al lado de ese otros tres (Bamonte 1819, pp. 82-83). 80 Bamonte 1819. 81 El 21 de febrero de 1819 se excavó a cien pasos de la puerta Della Giustizia, donde se recuperaron cuatro urnas cinerarias y una inhumación (Bamonte 1819, pp. 85-86). 82 Entre el 19 y el 22 de abril de 1813, Bamonte excavó a la izquierda de la Porta della Sirena, donde recuperaron numerosos sepulcros caracterizados por la ausencia de vasos y, en cambio, la presencia de objetos de vidrio (Bamonte 1819, p. 81). 83 El 4 de febrero de 1811 y motivados por un saqueo reciente de una tumba en la zona conocida como Terra del Tesoro, se excavó los alrededores de dicha tumba documentándose hasta tres nuevos sepulcros (Bamonte 1819, pp. 79-80), que el día sucesivo se incrementó con dos inhumaciones más del mismo tipo y una incineración (Bamonte 1819, p. 80). En enero de 1814 Bamonte volvía a Terra del Tesoro donde el único sepulcro que encontraron, cerca del camino que conduce a Paestum, estaba inundado al estar por debajo de la capa freática (Bamonte 1819, p. 81). 79 TRES CASCOS ITALO-CALCÍDICOS DE LA ANTIGUA COLLECIÓN MARQUÉS DE SALAMANCA 84 23 85 dirige al mar , así como algunas más indeterminadas . No es hasta la carta XL de É. De Montlué, datada el 5 de julio de 1818 desde Nápoles, cuando volvemos a encontrar la narración de algunas de las excavaciones 86 realizadas en necrópolis de Paestum . Especialmente cuando describe las casas alrededor de los templos donde añade: 87 ...on n’a point encore fouillé dans ces décombres; mais le chanoine Jorio , qui vient d’en obtenir l’ordre, espère y trouver des objets très curieux. Déjà quelques tombeaux ont été découverts; formés de cinq larges pierres, ils sont fermés d’une espèce de toit composé de deux autres morceaux, le corps, revêtu de ses armes, est étendu sur le dos, avec une lampe à sa droite... Unos años más tarde, en una relación de hallazgos de cerámica “nolana” (forma como se citaba la cerámica ática) en la Campania de 1829, O. Gerhard describe una serie de colecciones y necrópolis anteriormente excavadas (de las que no se dan indicaciones precisas) hasta citar las excavaciones del Governo di Napoli que habrían enriquecido la colección del Real Museo Borbónico con los vasos “nolanos” - y de otra fábrica -, procedentes de “non pochi e ricchi sepolcri di 88 Pesto…tra qualli trovansi i vasi colla iscrizione del pittore Aesta” , que remite a las tumbas de 1805 y que, por extensión podría referir toda la noticia a las tumbas excavadas en Porta Aurea en aquel entonces. La información acerca de las necrópolis pestanas disminuye y tendremos que esperar a la actividad del Marqués de Salamanca para volver a reactivar el interés. Aún así, la presencia del Marqués de Salamanca indicaría que las necrópolis pestanas seguían dando muestra de su importancia y riqueza, que en función del 89 descubridor permitiría su conservación en el MAN-Napoli o, como había pasado durante tantos años, su comercialización a través de comerciantes de antigüedades. 84 El día 8 de febrero de 1811, Bamonte excavaba en la vía que lleva al mar, donde documentó cuatro nuevas inhumaciones (Bamonte 1819, pp. 80-81). 85 DeMontlué 1821; El 13 de febrero de 1817 se excavó en la proximidad del ángulo septentrional de la ciudad un nueva inhumación (Bamonte 1819, p. 83). 86 DeMontlué 1821, pp. 425-430. 87 Tres años después A. De Jorio publicaría su método para encontrar sepulcros, donde incluyó los resultados de esas y otras intervenciones (Cumas, Capua, Nola y Paestum) (De Jorio 1924). Esta obra, y a pesar de considerar antigüedades romanas y referencias pompeyanas, no fue incluida en la Bibliografia di Pompei, Erculano e Stabia de F. Furchheim (1891, Napoli), quizás a causa de su particular “método” que a finales del s. XIX ya era ampliamente rechazado desde los círculos eruditos, y prohibido desde la administración. 88 Gerhard 1829a, p. 163. 89 Lenormant 1883, pp. 213-218: C’est dans la nécopole qui, au sortir de la porte du nord, se prolongeait presque jusqu’au passage du Silarus, des deux côtés de la voie qui conduisait à Eburum…Là des circonstances fortuites ont plusieurs fois amené la trouvaille de tombeaux riches et importants, parmi lesquels il en était qui offraient une petite chambre souterraine de forme carrée, décorée de peintures grecques. Plusieurs de ces peintures ont été transportées au Musée de Naples. Telles sont celles qui représentent des femmes exécutant la danse grave … D’autres, provenant d’un 24 RAIMON GRAELLS I FABREGAT Así, el comercio de antigüedades campano, gozaba de varios nombres relevantes, conocidos gracias a los grandes coleccionistas del momento (hermanos 90 91 Castellani, hermanos Dutuit o G. P. Campana ) o como proveedores de otros 92 “anticuarios” de mayor alcance (W. Helbig ). En Capua conocemos la actividad de 93 Simmaco Doria , excavador y comerciante, mientras que en Nápoles encontramos dos figuras fundamentales, preferentemente comerciantes aunque también promotores de excavaciones como fueron Raffaele Barone (proveedor de G. P. 94 Campana) y Augusto Castellani (asociado con su hermano Alessandro, 95 establecido en Roma) . En el entorno pestano la presencia de un mercado de antigüedades activo queda evidenciado por el reclamo turístico que representaban las ruinas que concentraba una población superviviente con el mercado de 96 “souvenirs” y por algunas descripciones que han dejado algunos de los visitantes . second tombeau, nous montrent des guerriers complètement équipés et en partie déjà montés à cheval, qui se mettent en route pour le combat et Font leur adieux à leurs familles… Mais les plus admirables fresques qui aient jamais été découvertes dans un tombeau de cette localité, celles que l’on pouvait hardiment et sans hésitation attribuer au second quart du Ve siècle av. J.-C., n’ont pasé té conservées. On n’avait pas pu parvenir à les détacher de la muraille, et la tombe où elles se trouvaient est ajourd’hui remblayée. Elles ne sont connues du public archéologue que par le très mediocre croquis réduit, qu’Abeken en a inséré dans une des planches de son libre sur l’Italie centrale. Mais un des dessinateurs les plus hábiles à rendre avec vérité les différents styles de l’art Antique, M. Geslin, en possède à Paris des calques qu’il avait exécutés peu de temps après la découverte, en 1845; j’ai pu les examiner, et rien ne serait plus désirable que de les voir publier de la grandeur des originaux. En effet, d’après les calques dont la fidélité paraît extrême, ces peintures étaient de la plus admirable beauté. Elles dataient du momento précis où l’art du peintre chez les Grecs, arrivé à ce point culminant de science et de noblesse du dessin dont les plus beaux vases à figures rouges et les lécythes athéniens décorés au trait sur fond blanc nous donnent l’idée, n’avait pas encoré cherché à sortir des conventions du bas-relief…Il y a sourtout une figure de jeune guerrier mort, qu’un de ses compagnons, monté à cheval, emporte sur ses épaules… Lenormant 1883, p. 218: En avant de la porte de l’est ce ne sont plus des tombeaux que l’on observe…. 90 Sobre una de las adquisiciones de los hermanos Dutuit y el contexto anticuario capuano v. Bellelli 2006, pp. 17-35. 91 Una lista de los proveedores de G. P. Campana en Sarti 2001, pp. 30-31. 92 Para una biografía completa acerca de W. Helbig v. Lehmann 1989, especialmente pp. 47-50. 93 Bellelli 2006, pp. 17-35, especialmente pp. 31-35. 94 Sarti 2001, p. 33. 95 Pirzio Biroli 2007, p. 105. 96 Ph. Petit-Radel (1815, vol. III, p. 259) comentaba: …Outre ces monuments, cette enceinte renferme une chétive maison qu’on a convertie en chapelle, et une plus grande, dont les habitants, pâles et cachectiques, ont toujours quelques médailles qu’ils s’empressent d’offrir aux voyageurs. G. Loiseau-Bailly (1908, p. 205), casi un siglo después, decía: Ces gens de Paestum, aux allures pittoresques, sont de vrais voleurs; des gamins viennent m’offrir des monnaies antiques, trouvées près des temples, d’abord un; puis deux, puis trois, puis toute une bande; j’envoie au diable cette graine de brigands. Sin duda, Ch. J. Van den Nest (1850, p. 257) resumía excelentemente la situación de la siguiente manera: Rien n’interrompt ce silence, sinon les pas de quelques étrangers errant au milieu des ruines, et les coups de pioche de l’ouvirer qui tache d’extraire de la terre des trésors cachés, et le murmure monotone de la mer thyrrhénienne! TRES CASCOS ITALO-CALCÍDICOS DE LA ANTIGUA COLLECIÓN MARQUÉS DE SALAMANCA 25 El yacimiento y sus necrópolis no habían dejado de proveer materiales y seguía siendo explotado aprovechando el turismo erudito que lo visitaba. Al mismo tiempo, la distancia permitía iniciar nuevas excavaciones, pues la competencia estaba en núcleos como Capua, Nola e incluso Eboli. Todo ello convertía el paraje en reclamo para quien, como el Marqués de Salamanca, sabía aprovechar las oportunidades. LOS CASCOS SAMNÍTICOS DEL MAN-MADRID Los tres cascos de la colección del Marqués de Salamanca en el MAN-Madrid corresponden a un tipo suritálico, decorado de manera poco frecuente y además, entre los tres cascos se dispone de las tres variantes conocidas de paragnátides decoradas con prótomo de carnero. Si bien la identificación tipológica ha sido 97 recientemente realizada por M. Martelli aquí desarrollo de manera particular el caso y considero de manera especial las carrilleras. Los cascos del MAN-Madrid corresponden a una variante de los llamados 98 cascos italo-calcídicos, definidos por A. Bottini como evolución itálica de formas 99 helénicas , para las que se ha propuesto recientemente una posible producción 100 Magno-Griega . Los paragnátides móviles de los cascos italo-calcídicos (y también de los frígiocalcídicos) han sido recientemente objeto de recopilación y listado de sus 101 decoraciones y su morfología . Pero falta un mapa de distribución de dichos elementos y, más particularmente, falta poner en común la relación entre la forma, la decoración de los paragnátides y el tipo de casco (fig. 14). A tal efecto, el conjunto del MAN-Madrid permite considerar esa problemática de manera integral, con la salvedad acerca de la supuesta procedencia pestana, basada Sobre la antigüedad anticuaria referente a Paestum en la primera mitad del siglo XIX y especialmente relacionada con el turismo, destaca la mención al descubrimiento de gran cantidad de terracotas de culto a Ceres que O. Gerhard (1829b, pp. 189-190) comentaba de la siguiente manera: …migliaia di terre cotte, […], le quali, sono appena dieci anni, si ebbero da Pesto, e ben presto tutti i negozianti di Napoli, tutti i visitatori di quelle contrade n’avevano”. En las proximidades, el pillaje y saqueo eran también frecuentes, así (Lenormant 1883, p. 276) decía: Au point dit Marina di San-Marco l’on voit quelques vestiges d’un petit port antique, auprès duquel des tombeaux ont été plusieurs fois trouvés en creusant la terre. 97 Martelli 2007, p. 366, tav. IV b-d. 98 Bottini 1991, p. 97. 99 Tema importante para el desarrollo del discurso sobre otros tipos de casco, como los iberocalcídicos que parecen corresponder a un desarrollo de los cascos calcídicos e italo-calcídicos, aunque en un momento más avanzado. 100 Montanaro 2007, p. 123. 101 D’Agostino 1980; Aitken 1982; Treister 2001; Tagliamonte 2002-2003, pp. 104-105, n. 51. 26 RAIMON GRAELLS I FABREGAT Fig. 14. Mapa con la distribución de paragnátides figuradas en la Península Itálica. únicamente a partir de referencias cruzadas, que encajan perfectamente con el área de concentración de éste particular tipo de paragnátide y casco y con la actividad del coleccionista . Los cascos Italo-calcídicos del MAN-Madrid fueron identificados por el Prof. Blázquez como de producción griega. Esta afirmación que ahora se reconoce como errónea se excusa en aquél trabajo por la ausencia de sistematización y clasificación del tipo. Para la descripción detallada de los ejemplares nos remitimos al trabajo de Blázquez y aquí se ofrecen únicamente las dimensiones y los números de referencia. 102 Casco 1.- Corresponde al N. Inv. 10285 . Tiene una altura de 250 mm, un diámetro corto de 15 mm, un diámetro largo de 210 mm y una carrillera de 70 103 mm . Este casco se fecha en el siglo IV aC (figg. 1 y 2). 102 Thouvenot 1927, p. 110, Nr. 566; Blázquez 1957, pp. 150-153, fig. 2A-B. Las dimensiones varían levemente respecto a las ofrecidas por el prof. Blázquez: una altura de 265 mm, un diámetro corto de 160 mm y un cubrenuca alto 75 mm. 103 TRES CASCOS ITALO-CALCÍDICOS DE LA ANTIGUA COLLECIÓN MARQUÉS DE SALAMANCA 27 104 Casco 2.- Corresponde al N. Inv. 10286 . Tiene una altura de 172 mm, un diámetro corto de 182 mm, un diámetro máximo de 205 mm y una carrillera de 128 105 mm x 78 mm x 2 mm . Este casco se fecha en el siglo IV aC (figg. 3 y 4). 106 Casco 3.- Corresponde al N. Inv. 10287 . Tiene una altura de 250 mm, un diámetro corto de 170 mm y uno máximo de 214 mm, mientras que las carrilleras son 107 de 120 mm x 8 mm x 3 mm . Este casco se fecha en el siglo IV aC (figg. 5, 6 y 7). La tipología de los cascos italo-calcídicos sigue hoy la propuesta de A. 108 109 Bottini . Los tres ejemplares del MAN-Madrid corresponden al tipo B/II . Este grupo evoluciona de los cascos calcídicos “clásicos” mejorando un elemento fundamental como son las paragnátides, que pasan de ser fijas a ser móviles gracias a una bisagra que las une a las calotas (fig. 15). Pero el resto el grupo de cascos italo-calcídicos aprovecha las importantes mejoras que en su momento supusieron los cascos calcídicos (mayor ligereza y visibilidad gracias a una mayor 110 apertura facial) respecto a sus precedentes (a partir del tercer cuarto del siglo VI 111 aC ). Aún así, creo importante realizar una serie de observaciones respecto al origen del tipo y a sus derivados. En su momento, H. Pflug, proponía un desarrollo de los tipos de cascos 112 calcídicos en las colonias magnogriegas . El tipo “clásico” de casco calcídico (Tipo I de Pflug) está caracterizado por una fuerte carena de la calota, largas paragnátides redondeadas, alto guardanucas y presencia del protector nasal. Una panorámica global de los cascos de tipo calcídico, permite observar cómo progresivamente se definen dos grupos tipológicos con características diferentes. Un primer grupo, más conservador en cuanto a las características de la forma calcídica tradicional y un segundo grupo, itálico, con mayores influencias y variaciones, posiblemente más dinámico en cuanto a adaptación de novedades. En el grupo oriental, que evoluciona de manera pausada, el protector nasal permanece, el perfil redondeado de las paragnátides, que sólo en un momento avanzado presentarán una leve articulación mediante un ángulo en la parte próxima al ojo, así como el guardanucas, siempre alto también se mantendrá. Las 104 Thouvenot 1927, p. 110, Nr. 566; Blázquez 1957, pp. 153-155, fig. 3A-B. Como en el caso anterior las dimensiones dadas por Blázquez son ligeramente distintas: Tiene una altura de 170 mm, un diámetro corto de 170 mm, la paragnátide izquierda tiene una longitud de 110 mm y un cubrenuca alto 85 mm. 106 Thouvenot 1927, p. 110, Nr. 566; Blázquez 1957, p. 154, fig. 4A-B. 107 Las dimensiones ofrecidas por Blázquez: Tiene una altura de 245 mm, la longitud de los paragnátides es de 135 mm y un cubrenuca alto 80 mm. 108 Bottini 1991, p. 97. 109 A pesar de ello las paragnátides decoradas con prótomos de carnero no es una prerrogativa de este tipo, tal y como indican otros ejemplares de tipo B/I recuperados en Eboli y Paestum. 110 Pflug 1988, p. 137. 111 Pflug 1988, pp. 137-138. 112 Pflug 1988, p. 138. 105 28 RAIMON GRAELLS I FABREGAT Fig. 15. Mapa con la distribución de cascos Calcídicos, italo-calcídicos y frigio-calcídicos en la Península Itálica. innovaciones responderán a una relativa reducción del protector nasal, que al tiempo que reduce las dimensiones aumenta en rigidez; la recordada articulación de la parte superior de los paragnátides, que mantiene un perfil similar desde el principio; y ligera adaptación a la anatomía del cuerpo por parte de los guardanucas. La evolución occidental prima la eliminación del protector nasal, la reducción del guardanucas, y, finalmente, la articulación de las paragnátides en formas complejas, próximas a ángulos marcados y con un pronunciamiento hacia adelante. El grupo occidental derivará en diversos subgrupos, que se entremezclan sucesivamente reinventándose a causa de la circulación de diversas influencias y del contacto continuado con múltiples culturas. El resultado es la creación de tres 113 114 grupos fundamentales: el grupo ítalo-calcídico ; los cascos etruscos ; y, 113 114 Bottini 1991. Pflug 1988, p. 147. TRES CASCOS ITALO-CALCÍDICOS DE LA ANTIGUA COLLECIÓN MARQUÉS DE SALAMANCA 29 115 finalmente, un grupo particular, claramente suritálico , caracterizado por una 116 protuberancia sobre la calota, herencia de influencias de los cascos de tipo frigio . Otro elemento transversal, común tanto al grupo occidental como a sus tres subgrupos, será la decoración de las paragnátides. 117 Las paragnátides móviles, fueron estudiadas por F. F. von Lipperheide , F. Coarelli, B. d’Agostino, A. Bottini y U. Schaaf. El primero en relación a una colección, el segundo por un casco a botón, el tercero en el marco de los hallazgos de Pietrabbondante, el cuarto en relación a las tumbas de Lavello y el último considerando globalmente el tipo de cascos italo-calcídicos que clasificó. 118 Si seguimos la propuesta de d’Agostino , las paragnátides móviles anatómicas 119 decoradas de Pietrabbondante serían de producción tarantina y se fecharían entre finales del siglo V y la primera mitad del siglo IV aC que coincide con la cronología de los cascos del MAN-Madrid (primera mitad del siglo IV aC). Esta producción, posiblemente viciada por la tradición literaria que ha dado a Taranto una preeminencia sobre otros centros de la Magna Grecia, permite ver cómo también D’Agostino abogaba por una producción magnogriega en la que tomaría fuerza Metaponto si desarrollamos la idea partiendo del casco del Museo de Saint-Louis. En cualquier caso, los distintos estudios vienen a confirmar la primacía itálica tanto para el motivo como para las formas. 120 Las paragnátides decoradas cuentan con una abundante bibliografía , dispersa y sin un catálogo actualizado de los diferentes tipos y representaciones. 121 Si bien aquí recupero el catálogo y tipos ya planteados , centro la atención en las 115 V. la distribución, además de la probable procedencia de la Italia meridional para el resto de piezas de colecciones particulares, algunas veces, claramente explicitado como en el caso del casco de la colección Ceccanti (Lepore 1996, p. 653). 116 El catálogo lo integran tres ejemplares con contexto conocido y cinco más sin contexto: t.10 Conversano (Chieco-Bianchi 1964, pp. 161-162); Marcellina-Laos (Greco, Guzzo 1992); Tricarico MAN D. Ridola Matera N. Inv. 164790 (Bottini 1993, p. 215-219); Colezzione Ceccanti - MANFirenze N.Inv. 27033 (Lepore 1996, pp. 652-653); Ex colección Guttmann Christie’s London (28 April 2004) lote 96, adquirido en 1989 en Colonia; Ex colección Guttmann (N.Inv. H 82/ AG 320), Hermann Historica Auktion 56 (8 de octubre de 2008) lote 50 (Born 1993, B.VIII); Ex colección Guttmann (AG 645/H 234), Hermann Historica auktion 58 (7 de octubre de 2009) lote 171; Ex colección Guttmann (AG 388/ H120), Hermann Historica Auktion 60 (13 de octubre de 2010) lote 2144 (Born 1993, B. X). 117 Lipperheide 1896. 118 D’Agostino 1980, p. 140. 119 Las paragnátides decoradas presentan distintos tipos y motivos, seguramente con un desarrollo propio que podrá trazarse después de un catálogo exhaustivo. Así como un elenco de los motivos representados. 120 Kunze 1967, 1994; Aitken 1982; Treister 2001, p. 112-115; Tagliamonte 2002-2003, pp. 101104, n. 42 y 51. 121 Paragnátides con representación de lucha entre dos guerreros: MAN-Atenas, procedente de Dodona (Aitken 1982, p. 61, Nr. a); Mercado anticuario de NY, procedente del sur de Italia (Aitken 1982, p. 61, Nr.f). Paragnátides con representación de héroe y una o dos amazonas: Antikenmuseum Basel (Aitken 1982); Posiblemente también puedan añadirse los fragmentos de bronce repujado de Palestrina 30 RAIMON GRAELLS I FABREGAT 122 123 representaciones de prótomos animales , particularmente de carneros . La mayoría de decoraciones en las paragnátides se produce mediante la técnica del repujado. Otras decoraciones, grabadas y no en repujado sobre el paragnátide son menos frecuentes y, entre ellas, recordemos el perro sentado del ejemplar K.47 (Museo Archeologico de Palestrina Ex. 1505), British Museum 305, procedente de Grumentum; British Museum W 285 (Rolley 1986, pp. 170-172), posiblemente procedentes de Siris (Roberts 1996, p. 720); Pietrabbondante 4435 (Aitken 1982, p. 61). Paragnátides con representación de guerrero sentado: Berlin Antikenmuseum N.Inv. 7863, de Megara (Aitken 1982, p. 61, Nr. b); Antikenmuseum Basel BS-508, sin procedencia (Aitken 1982, p. 61, Nr. c; Pflug 1989, p. 25, Abb. 21); Fogg Art Museum N. Inv. 1947.48, sin procedencia (la escena añade un perro) (Aitken 1982, p. 61, Nr. d); Mercado anticuario de NY, procedente del sur de Italia (Aitken 1982, p. 61, Nr. e). Paragnátides con representación de Niké: Pietrabbondante 4436 (Aitken 1982, p. 61, Nr. g); MANThessaloniki, procedente de Hagios Ghiorgos (Aitken 1982, p. 61, Nr. j). Paragnátides con representación de Hérakles: posiblemente el ejemplar 507 del Museo Archeologico de Palestrina N.Inv. 1504 (Aitken 1982, p. 61); Ejemplar de la antigua colección Guttmann vendido en Christie’s London Auction 5524 (28 de abril de 2004) lote 100, anteriormente en Hesperia Arts Auction Ltd, New York, Part I (27 Noviembre de 1990), lote 21). Paragnátides con representación de Herakles y Kyknos?: Pietrabbondante 4437 (Aitken 1982, p. 61, Nr. h). Paragnátides con representación de Nereida: MAN-Napoli 5744, procedente de Pietrabbondante (Aitken 1982, p. 61, Nr. i); Sobre casco frigio-calcídico: AG-327 (Born 1993, B. IX); Ejemplar de casco de tipo frigio de la antigua colección Guttmann vendido en Christie’s NY, Auction 2232 (11 de diciembre de 2009), lote 103, anteriormente en Christie’s London Auction 5524 (28 de abril de 2004), Lote 96, anteriormente adquirido en 1989 en Colonia. Paragnátide con representación de Scyllax: Aitken 1982, p. 61. Paragnátide con representación de esfinge: Aitken 1982, p. 61; Colezzione Ceccanti - MANFirenze N. Inv. 27033 (Lepore 1996, pp. 652-653). 122 Paragnátides con representaciones de prótomo de águila: Lipperheide 1896, p. 116. Paragnátides con representación de prótomo de caballo: Louvre N. Inv. E.4 (Lipperheide 1896, p. 122; Mohen 1970, pp. 214-126, Nr. E4); White & Levy Collection (Von Bothmer 1992, p. 114, Nr. 95a, Fig. 1-3); procedencia desconocida (Pflug 1989, p. 93, Nr. 84). Paragnátides con representación de prótomo de Grifo: Badischen Landesmuseum Karlsruhe N. Inv. F. 431, procedente de Ruvo (Jurgeit 1999, pp. 137-138; Bottini 1991, p. 97, N.A.1; Montanaro 2007). Paragnátides con representación de prótomo de cabra: ejemplar de la antigua colección Guttmann, vendido en Christie’s London Auction 5524 (28 de abril de 2004) lote 100. 123 Las láminas decoradas por repujado y posteriormente aplicadas sobre paragnátides rígidas no se han recopilado de manera sistemática a excepción de las representaciones de prótomos de carnero. Destaca, en este campo, la diversidad de representaciones y motivos respecto a lo observado en las paragnátides móviles que, por otro lado, conforman grupos coherentes cronológica y tipológicamente. Por ejemplo, las láminas de prótomos de Sileno aplicadas con paralelos en; Montagna di Marzo, N. Inv. 65686 (Kunze 1994, p. 37, n. 4; Albanese-Procelli 1999, p. 350, n. 70, tav. II.a); Olympia, B6000 (Kunze 1994, p. 37, n. 4). Me abstengo de desarrollar el argumento sobre la interpretación y carácter apotropaico del carnero. Sólo recordar que la fuga de Ulises con el carnero desarrollaría una clara función apotropaica que podría desarrollarse en una iconografía compleja en la que el animal, símbolo masculino lo sería también del héroe. Decía Homero: Su dueño [Polifemo], abatido por funestos dolores, tentaba el lomo de todos sus carneros, que se mantenían rectos. El inocente no se daba cuenta de que mis compañeros estaban sujetos bajo el pecho de las lanudas ovejas. El último del rebaño en salir fue el carnero cargado con su lana y conmigo, que pensaba muchas cosas (Hom., Odisea, IX, 440-446). TRES CASCOS ITALO-CALCÍDICOS DE LA ANTIGUA COLLECIÓN MARQUÉS DE SALAMANCA 31 Fig. 16. Mapa con la distribución de las paragnátides con representación de carnero en la Península Itálica. 124 de la colección Lipperheide o los Tritones del ejemplar MAN-Vibo Valentia N. 125 Inv. 89537 . Este último caso ha sugerido la posibilidad que el grado de detalle y 126 precisión puedan asimilarse con producciones occidentales . Si nos concentramos en el grupo de paragnátides con representación de carneros, observamos como encuentra pocos paralelos (fig. 16). Para el tipo italocalcídico, es decir, el grupo con paragnátides móviles, se conocen tres tipos morfológicamente distintos para los que no se observa una diferencia cronológica (fig. 17). Dentro del grupo, además de los cascos del MAN-Madrid que suponemos 127 de procedencia pestana, se conocen dos ejemplares en contexto que proceden de 128 Paestum-loc. Gaudo, tumba 164 y de la tumba 40 de la necrópolis de Eboli - loc. 124 Pflug 1988. Sabbione 1996, p. 642. 126 Sabbione 1996, p. 642. 127 Tagliamonte 2002-2003, p. 105, n. 51. 128 Viscione 1996, p. 156 n. 61.6. 125 32 RAIMON GRAELLS I FABREGAT 129 Santa Croce, tumba 40 . En cambio, cinco ejemplares más proceden del mercado anticuario (antigua colección Guttmann: 130 131 AG-409 , AG-301 ). Sobre tipos distintos, Kunze recopiló 6 ejemplares calcídicos de Olimpia y 3 más del sur de Italia, a los que pueden sumarse dos ejemplares más procedentes de Vibo-Valentia y otro del santuario de Philia. El peso específico de estas representaciones en el sur de Italia hace que debamos considerar conjuntamente los dos tipos de cascos, pues como advertía 132 Kunze , las paragnátides de los cascos calcídicos corresponden a placas repujadas por separado y posteriormente fijadas sobre 133 la paragnátide del casco , que en esencia, repite lo que ocurre con las paragnátides articuladas de los cascos italo-calcídicos. Fig. 17. Evolución y tipología de las Además de los cinco paragnátides del paragnátides móviles asociadas a cascos italocalcídicos. MAN-Madrid, el catálogo de casos lo completan los siguientes ejemplares: 134 La tumba 164 Paestum-loc.Gaudo corresponde a una fosa en la que la panoplia metálica estaba endosada al cadáver (coraza trilobulada) pero el casco estaba depositado en el ángulo sur de la tumba, separado del resto del ajuar que está en el lado norte. La tumba corresponde, como en el caso siguiente, a un adulto joven 135 masculino de entre 17 y 20 años de edad . La composición del ajuar, rica en vasos de barníz negro y con piezas de figuras rojas de producción pestana del primer período permiten proponer una cronología de la tumba entre el 380 y el 370 a.C. El casco tiene una altura de 240 mm, que llega hasta los 310 mm si se considera el lophos (fig. 136 18). La tipología del casco es, según la propuesta de Bottini , de tipo B/I. La tumba 40 de la necrópolis Eboli-Santa Croce, situada en el valle del río Sele pertenece a un pequeño sector aislado dentro de la necrópolis, verosímilmente un 129 Cipriani, Longo 1996, p. 650, n. 264.I. Born 1993, B.I. 131 Born 1993, B.III. 132 Kunze 1967, p. 180-181, n. 51; Treister 2001, p. 37. 133 Aunque también se documenten sobre cascos de tipo corintio, como en Montagna di Marzo (Sicilia). Sobre estas placas v. Albanese-Procelli 1999, pp. 349-351, tav. I-III. 134 Cipriani 2000, p. 211, fig. 16-17; Viscione 1996b, pp. 155-158; Viscione, Bianco 1996, n. 19. 135 Viscione 1996b, p. 155; Cipriani 2000, p. 211, n. 58. 136 Bottini 1991, p. 97. 130 TRES CASCOS ITALO-CALCÍDICOS DE LA ANTIGUA COLLECIÓN MARQUÉS DE SALAMANCA 33 Fig. 18. Casco de la tumba 164 de la necrópolis Gaudo de Paestum (Cipriani y Longo 1996, 649). núcleo familiar de segunda mitad del siglo IV aC caracterizado por la riqueza militar de sus ajuares. La tumba 40 se fecha entre el 340-330 aC y presenta como particularidad la asociación a una coraza corta con detalle esquemático. Ambos elementos no eran endosados por el difunto, sino depositados a su lado en lo que ha 137 querido interpretarse como tesaurización de armas obtenidas como botín . El casco (MAN-Paestum N.Inv. 133157) tiene una altura de 257 mm (144 mm la longitud de los paragnátides) (fig. 19). Corresponde, en opinión de M. Cipriani y F. 138 139 Longo , al tipo B/I de Bottini . Casco Italo-Calcídico, Lote Nr. 157, Hermann Historica (Auktion 49, del 19 de Octubre de 2005). Según la descripción del lote, se considera este ejemplar como un Chalkidischer Helm fechado entre el siglo V y IV aC. Corresponde, según las 140 tipologías aceptadas hoy, a un casco Italo-Calcídicos del tipo BI de Bottini . La descripción es: Casco de bronce con decoración en las sienes con motivos 141 decorativos de espiral . Se observa una reparación antigua encima de una de las aperturas para las orejas. Conserva únicamente la carrillera derecha, con decoración de prótomo de carnero realizada por sobrepujado y con perfil anatómico. Altura 205 mm, Altura del paragnátide 125 mm, Peso 694 g. Pareja de paragnátides, Lote Nr.175 de Hermann Historica (Auktion 58, del 7 de Octubre de 2009) (fig. 20). Publicados también como paragnátides de casco de tipo calcídico con una cronología entre siglo V y IV aC. Se trata de una pareja de 137 Cipriani, Longo 1996, p. 648. 138 Cipriani, Longo 1996, p. 649. Bottini 1991, p. 97. 140 Bottini 1991, p. 97. 141 Born 1993, pp. 89-91, Bd. 2. Según datos de la casa de Subastas Hermann Historica, la pieza procedería de Sotheby’s New York (Junio 1989, Lote 105). 139 34 RAIMON GRAELLS I FABREGAT Fig. 19. Casco de la tumba 40 de la necrópolis Santa Croce de Eboli (Cipriani, Longo 1996, p. 648). Fig. 20. Pareja de paragnátides del casco Guttmann 175 (Foto: HH). carrilleras con decoración de prótomo de carnero realizada por sobrepujado con perfil anatómico y perforaciones en la parte inferior de las mismas para poder fijarse con 142 correas . Altura: 135 mm. Casco Italo-Calcídico, Lote Nr. 315 de Hermann Historica (Auktion 57, del 22 de Abril de 2009). Publicado como casco de tipo calcídico y fechado entre siglo V y IV aC. El casco corresponde a un ejemplar de 143 tipo BI de Bottini . Casco de calota alta con decoración de volutas en las sienes y pequeñas oberturas en las orejas. Presenta las dos paragnátides con decoración de prótomo de carnero en relieve y perfil Fig. 21. Casco Guttmann 357 (foto: HH). romboidal que se unen al cuerpo por bisagras (fig. 21). Corresponde al ejemplar AG.278/H.60 de la antigua colección Guttmann. Según datos ofrecidos por la ficha del lote de la casa de subastas Hermann Historica la pieza habría sido adquirida en Friburgo en 1989. Altura total: 259 mm; Peso: 961 g. 142 143 Born 1993, pp. 96-99. Bottini 1991, p. 97. TRES CASCOS ITALO-CALCÍDICOS DE LA ANTIGUA COLLECIÓN MARQUÉS DE SALAMANCA Fig. 22. Paragnátides de la colección Allerheiligen Schagffhausen: Paragnátide derecho (foto: G. Bardelli). 35 Fig. 23. Paragnátides de la colección Allerheiligen Schagffhausen: Paragnátide izquierdo (foto: G. Bardelli). 144 Paragnátide de la colección Guttmann : la representación es de un macho cabrío, con barba, que difiere ligeramente respecto al grupo de representaciones de carneros, pero que se relaciona en gran medida con ellos. No sólo la especie representada sino también la forma del prótomo, de menores dimensiones que los ejemplares con carneros pero limitado a la cabeza sin representación del cuerpo como sucede, por ejemplo, con las representaciones de prótomos de caballo. Cabe decir que éste ejemplar ha sido realizado con un mayor detalle, con un acabado más realista y cuidado que las representaciones de carneros, normalmente muy simples. Finalmente, el paragnátide es del tipo angular. Pareja de paragnátides de la colección Guttmann, vendidos en la venta 5524 de 145 Christie’s Londres el 28 de abril de 2004 , Lote 100. Publicados dentro de un lote de cinco otras carrilleras decoradas y atribuidas de manera genérica a cascos de tipo calcídicos de fecha entre siglo V y IV aC. La descripción, pues los ejemplares no aparecen reproducidos, indica el perfil angular de la pareja de piezas, que corresponde a nuestra propuesta de perfil romboidal. Según indicación de la casa de subastas Christie’s Londres, las piezas habían sido adquiridas en Friburgo en 1987. Altura 111 mm. 146 Casco del Museum Allerheiligen Schagffhausen, copiado en el RGZM . Las dos paragnátides, de tipo apuntado (aquí tipo 1) presentan unas ligeras diferencias entre sí. El ejemplar derecho tiene unas dimensiones de 129 mm de longitud máxima por 82 mm de ancho máximo (fig. 22). El ejemplar izquierdo presenta unas dimensiones ligeramente superiores, 138 mm de longitud máxima por 82 mm de ancho máximo (fig. 23). Ambas piezas presentan un espesor de la lámina de 1 mm. Sin duda la concentración de esta decoración de manera exclusiva en el territorio pestano da que pensar y propone, necesariamente una reflexión acerca 144 Theis 2010, Abb.144, Nr. CH42. Axel Guttmann Collection of ancient arms and armour, part 2. 146 Egg, Pare 1995, p. 200, taf.68. 145 36 RAIMON GRAELLS I FABREGAT Fig. 24. Casco calcídico de Locri (Lipperheide 1896, Taf.104). Fig. 25. Casco calcídico de Locri (Gabaldón 2004). de la procedencia de dicha decoración y tipo. No es una coincidencia ni un vacío de la información el que prima este entorno campano como foco de concentración de estos cascos. Hecho que pone en relación la producción suritálica de dichos cascos 147 y obliga a plantear el desarrollo tipológico desde un centro de la Magna Grecia . Esta idea se ve reforzada por la documentación de la misma decoración desde momentos anteriores, posiblemente no más antiguas del último cuarto del siglo VI aC. Se trata de representaciones sobre cascos de tipo calcídico, que se documentan 148 en dos áreas principales: Olimpia, que acumula hasta seis ejemplares , y la 149 Magna Grecia, con ejemplares procedentes de Metaponto , Locri Epizefiri (figg. 150 151 152 24 y 25) , Ruvo e Hipponion . Un caso raro lo representa el casco del Abruzzo 153 de la colección Leopardi así como también el de la colección Odescalchi, que presentaría la decoración de los paragnátides fundida junto al resto del casco, 154 según indicaciones de su investigadora , y no aplicadas como en el resto de casos. El casco de Metaponto, procede de una tumba saqueada en 1942 que contenía el rico ajuar de un guerrero, compuesto por escudo, cnémides, posiblemente una 147 Pflug 1988, pp. 137-138; Montanaro 2007, p. 123, n. 32. Kunze 1967, pp. 163-167; Montanaro 2007, p. 123, n. 30. 149 Corresponde a Kunze 1967; LoPorto 1979; Montanaro 2007, p. 123; De Siena 2008. 150 Lipperheide 1896, p. 104, Nr. 328. 151 Montanaro 2007. 152 Sabbione 1992, 1996. 153 Cianfarani 1976, Tav. 82. 154 Lehoërff 2011, p. 52-55, nota 33. 148 TRES CASCOS ITALO-CALCÍDICOS DE LA ANTIGUA COLLECIÓN MARQUÉS DE SALAMANCA 155 37 156 coraza en bronce y el citado casco . Un dato importante es la presencia asociada 157 del casco con apéndice para el lophos en forma de carnero , con paragnátides decoradas con relieves de carnero y con el epysema del escudo también representando un prótomo de carnero, asociación que, con matices se repite en la 158 tumba 103 de Ruvo , donde se asocia el casco, con dos paragnátides con representación de carnero, y los dos prometopidia, con representaciones de personajes con cascos calcídicos y paragnátides decoradas con cabezas de carnero. Si volvemos al casco de Metaponto, la ficha actual del museo de Saint-Louis (N. Inv. 282: 1949) indica las medidas (492 mm x 324 mm x 171 mm), propone una cronología en el último cuarto del siglo VI aC pero no indica la procedencia metapontina sino un complicado e impreciso historial que inicia con un origen indeterminado en Grecia, una adquisición, sin fecha, por parte de un coleccionista de Basilea, adquirido el 8 de Noviembre de 1949 por A. Loewi, que lo donó 159 inmediatamente al museo . 160 El casco de la singularísima tumba 103 de Ruvo , presenta entre sus nueve panoplias defensivas en bronce, un casco de tipo calcídico con paragnátides 161 rígidas con decoración en relieve de un protomo de carnero . Además, asociado entre los materiales de la misma tumba se recuperaron dos prometopidia con representación de cabeza de guerrero con casco calcídico y paragnátides 162 decoradas en prótomos de carnero . Los elementos aquí considerados han sido fechados a finales del s. VI aC. 155 LoPorto 1979, p. 182. A pesar que P. G. Guzzo afirma la presencia de una coraza anatómica (Guzzo 1990, p. 138), que identificaba con la publicada por D. Cahn (1989, W.9). Evidentemente, de poder confirmarse dicha relación, supone una importante revisión de la cronología del contexto, tradicionalmente propuesto como de último cuarto del siglo VI aC (LoPorto 1979, p. 187) y que el detallado estudio de numerosos conjuntos de Ruvo di Puglia (Montanaro 2007) permite rebajar sustancialmente por lo que a producciones toréuticas y de panoplia, se refiere. A tal efecto es importante revisar la cronología de los prometopidia de Ruvo y del J. P. Getty Museum, así como distintos episema de escudos. 156 Ternbach 1952; LoPorto 1979, pp. 180-187; Musti et al. 1992, pp. 141 y 255; Tagliamonte 1994, p. 85, pl. IIa; De Juliis 2001, p. 123; Treister 2001, p. 37. 157 Cascos con soporte de lophos en forma de animal son escasos y se conoce un ejemplar en la antigua colección Guttmann (Born 1993), con discusión y paralelos sobre cerámica ática de figuras negras. Además de poder mostrar otros ejemplos sobre toréutica como los bronces del Museo del Louvre (N.Inv. ED 4463, cat Br. 219) y de la Bibliotéque Nationale (N. Inv. 185), ambos con soportes en forma de cabeza de ánade. 158 Lipperheide 1896, p. 103; Kunze 1967, pp. 163-167, n. IIIc, tav. 65-67; Montanaro 1999, p. 224, tav. XCIII, 1-2, 2007, p. 454, Nr. 103.7, fig. 347-348). 159 Sobre la adquisición y periplo del casco v. Ternbach 1952, p. 42 y LoPorto 1979, p. 181. 160 Se remite a los trabajos de A. C. Montanaro (2004 y 2007, p. 123 y 440-488) para el contexto y ajuar. 161 Montanaro lo identifica como casco italo-calcídico (2007, p. 123, 454, fig. 347-348). 162 Montanaro 2007, p. 460, Nr. 103.16. 38 RAIMON GRAELLS I FABREGAT En Hipponion se documentaron varios cascos calcídicos en el depósito de 163 Scrimbia - Vibo Valentia , con dos cascos con paragnátides con representación de 164 prótomos de carnero, una de ellas con un cuerno recubierto de lámina de oro . En dicho depósito votivo, también fechado a finales del s. VI aC, estos cascos se asocian a diversos cascos calcídicos de tipo II, a dos más del tipo IV y a uno de tipo 165 corintio , además de otras armas, entre las que destaca un escudo de inicios del s. VI aC, así como la importante concentración de figuras de terracota. A ello cabe recordar una dependencia de Vibo Valentia de sus fundadoras: Locri Epizefiri y su subcolonia Medma. Depositado en el santuario de Philia (Tessalia) se documenta un fragmento de 166 lámina repujada en forma de prótomo de carnero que cubriría una paragnátide de 167 casco calcídico del Tipo III de Kunze . El fragmento representa la parte posterior de la cabeza, con el cuerno completo, la oreja y el ojo, vaciado para encajar en él un ojo en otro material (pasta vítrea u otros), el hocico no se conserva. La lámina corresponde al paragnátide izquierdo, dato que resulta interesante cuando las otras dos carrilleras recuperadas en el mismo santuario también corresponden a 168 paragnátides izquierdos , aunque esta práctica no tiene continuidad en otros santuarios como por ejemplo Olimpia. 169 Los ejemplares de Olimpia corresponden a: B 4446 , casco completo en el que las paragnátides han perdido la placa decorada en relieve que se aplicaría sobre los paragnátides, aunque su perfil no ofrece dudas acerca de la filiación y decoración 170 de la misma; B 4341 , paragnátide derecho fragmentado a la altura de su unión con la calota. No conserva la placa decorada en relieve y, como en el caso anterior, el perfil permite identificar el paragnátide con el grupo que aquí se considera; B 171 6523 , fragmento posterior de un paragnátide izquierdo en el que se conserva la 172 placa en repujado que representa el cuerno de manera completa; B 4914 , paragnátide derecho completo, fracturado a la altura de la unión con la calota. Este ejemplar conserva la placa decorada por repujado y en el ojo conserva también la aplicación para el ojo, idéntica a la del ejemplar de Locri (MAN-Napoli N. Inv. 5737) (fig. 26). 163 Sabbione 1992 y 1996, p. 642; Cardosa 2002, p. 99; Giumlia-Mair y Rubinich 2002, p. 36, Abb. 1, p. 98, Abb. 1, p. 101, Abb. 2, p. 103, Abb 3 y p. 207, Kat. Nr. 43.8-11; Gabaldón 2005, p. 61, Nr. 60; Baitinger 2011, p. 119. 164 Sabbione 1992, p. 215. 165 Sabbione 1996, p. 642; Baitinger 2011, p. 119, nota 878. 166 Kilian-Dirlmeier 2002, p. 91, Taf. 90, Nr. 1422; Baitinger 2011, p. 91-98, Abb. 61. 167 Kilian-Dirlmeier 2002, p. 91, n. 369. 168 Kilian-Dirlmeier 2002, pp. 90-91, Taf. 90, Nr. 1420 y Nr. 1421. 169 Kunze 1967, Taf. 90-92.1. 170 Kunze 1967, Taf. 92.2 171 Kunze 1967, Taf. 92.3. 172 Kunze 1967, Taf. 93.1. TRES CASCOS ITALO-CALCÍDICOS DE LA ANTIGUA COLLECIÓN MARQUÉS DE SALAMANCA 39 Aunque cabe decir que esta decoración se ha documentado también sobre variantes del tipo calcídico, posiblemente inspiradas en aquellas, como lo demuestran los ejemplares, también de Olimpia, de 173 tipo calcídico-corintio (B 5239 ), 174 de tipo corintio (B 4691 ) u otro de 175 tipo ilírico (B-4667 ). Fig. 26. Paragnátide derecho de Olimpia (Kunze 1967, Taf. 93.1). Las pocas analogías entre el detalle decorativo de los cascos del depósito de Scrimbia han permitido a su investigador proponer una producción occidental de 176 dichos cascos y, aunque la tradición investigadora obliga a considerarlo con prudencia, las evidencias parecen ratificar dicha propuesta. Creo necesario señalar también las paragnátides de la pareja de prometopidia de 177 Ruvo di Puglia, hoy en el MAN-Napoli y de su paralelo del J.P. Getty Museum de Malibu 178 (83.AC.7) (fig. 27) . CONCLUSIONES Fig. 27. Prometopidion, vista de detalle, de la colección Getty (Born, Hansen 1994, Abb.108). Las excavaciones del Marqués de Salamanca en las necrópolis de Paestum (posiblemente en la necrópolis de la Licinella) y la adquisición de una parte importante de su colección de objetos itálicos en el mercado anticuario campano permitían proponer ya una procedencia pestana de los tres cascos que aquí se han 173 Kunze 1967, Nr. 9; Kunze 1994, pp. 62-63, Abb. 67, Taf. 22. Kunze 1967, Taf. 94-95. 175 Kunze 1967, Nr. 45, Taf. 69-71; Born 2009, Abb. 33. 176 Sabbione 1996, p. 642. 177 Cassano 1996, p. 124; Montanaro 2007, p. 460, fig. 353. 178 Born, Hansen 1994, p. 155, Abb. 108; Treister 2001, p. 37. 174 40 RAIMON GRAELLS I FABREGAT considerado. Las características morfológicas y decorativas de los cascos y, especialmente, las paragnátides ratifican dicha impresión. La concentración mayoritaria de decoraciones de paragnátides con prótomos de carnero en el sur de Italia debería permitir, sin demasiados problemas, atribuir allí la producción de esos ejemplares. El grupo de cascos calcídicos con paragnátides decoradas con cabezas de carnero respondería a una producción magnogriega desde donde se distribuiría y destinaría como ofrenda, después de su uso, a santuarios 179 griegos . Eso implica, por otro lado, aceptar la producción magno-griega de cascos calcídicos, ilíricos y otros tipos que incorporan estas decoraciones. Propuesta aceptada para los primeros ejemplos de cascos con aplicación sobre la calota de 180 prótomos animalísticos en el siglo VII aC . A estas incipientes decoraciones, 181 posiblemente derivadas de influjos orientales (urarteos? ) seguirá, a lo largo del siglo VI aC, la decoración de la lámina mediante el repujado desde el interior de la calota, primero en ámbito cretense y posteriormente ilírico, al que seguidamente se 182 añade la aplicación de motivos en otros metales (normalmente plata, 183 184 posteriormente, en período helenístico incluso oro así como coronas ). A partir de finales del siglo VI aC, se documenta ya la decoración de los paragnátides con prótomos de carnero sobre ejemplares calcídicos, primero en la decoración pintada 185 sobre un ánfora del pintor de Amasis - MFA-Boston N.Inv. 01.8027- y posteriormente sobre cascos reales. La permanencia en el tiempo cambiará de protagonistas, pasando del contexto magno-griego al contexto samnita, que volverán a utilizar la misma decoración en el s. IV aC sobre los cascos de tipo italo-calcídico. El grupo de cascos italo-calcídicos con idéntica decoración, en cambio, se concentra de manera exclusiva en el entorno pestano, de donde cabe suponer su fabricación. La combinación de los datos tipológicos con los datos de distribución e historiográficos permite ahora aceptar la procedencia de los cascos del MANMadrid como procedentes de Paestum. Pero a nivel general, queda por resolver la continuidad del motivo decorativo en un contexto cultural distinto al original y comprender la concentración en área lucana de todos los ejemplares conocidos. 179 Pflug 1988, p. 139. Born, Hansen 1994, p. 52-53; Treister 2001, p. 36. 181 Pflug 1988, p. 22-24; Born, Hansen 1994, p. 56-57, fig. 33; Treister 2001, p. 36. 182 Treiter 2001, p. 36. Merece la pena indicar que a partir de s. V aC se documenta de manera signifi3ativa la aplicación de placas decoradas en relieve con motivos distintos, entre ellas podemos señalar la aplicación de placas con cabezas de Sileno a los paragnátides del casco corintio de la tumba 31 Est de la necrópolis de Montagna di Marzo (Piazza Armerina, Enna) (Albanese-Procelli 1999, pp. 349-351, n. 70-72, Tav. I.2 y II.1) con un paralelo en Olimpia (N. Inv. B6000, Kunze 1994, p. 37, n. 4). 183 Las placas y máscaras de oro asociadas a algunos cascos, principalmente de tipo ilírico, no parecen responder a una decoración efectiva sino relacionarse con prácticas funerarias particulares. 184 Sobre el tema y discusión v. Colonna 2007. Sobre coronas de oro v. Masiello 1986 y La Genière 1989. 185 Kunze 1967, Taf. 163; von Bothmer 1985, pp. 134-137, Nr. 25; Isler 1994, p. 111; Treister 2001, p. 37. 180 TRES CASCOS ITALO-CALCÍDICOS DE LA ANTIGUA COLLECIÓN MARQUÉS DE SALAMANCA 41 ABBREVIAZIONI BIBLIOGRAFICHE Aitken 1982 B.T. 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